Corría con todas mis fuerzas hacia un lugar desconocido. No sabía a dónde iba; lo único que pensaba era en huir. Huir de aquel temible monstruo, y con él, todos los insultos, todos los pensamientos macabros, todas mis ganas de llorar y las lágrimas derramadas...
Desconcentrada como estaba, no me di cuenta de que a pocos metros de mi había un ya muy viejo tronco tumbado en el suelo. No me dio tiempo a saltarlo, por lo que caí.
Desesperada me arrastré rápidamente hacia el árbol más cercano.
El monstruo frenó y me miró a los ojos. Sonrió.
Lo siguiente que recuerdo fue ver mi cuerpo sin vida en el suelo.
Estaba perdida.
¡buenas! el pequeño relato está curioso, seguro que consigues hacer algo interesante. Pero si me permites un consejo, repasa lo que escribas. Tienes muchos fallosde gramática. Vigila la concordancia de los verbos y los tiempos. Así como el estilo y expresiones.
ResponderEliminarMucha suerte con el blog.
¡Hola!
EliminarBien, gracias por el consejo.
Buenos días. :)
Cuanto más lo leo, más me gusta. Espero una siguiente entrada con ansia.
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